Había una vez una
niña llamada Miriam que se peleaba continuamente con su madre, ya sea por las
notas, por la gente con la que se juntaba o por lo poco que ayudaba en casa...
Miriam un día
decidió marchar-se de casa para siempre, y se lo dijo a su madre... su madre
pensando que no lo haría le dijo:- Ya tardas en irte... Entonces Miriam cogió
una pequeña maleta y puso allí todas sus coses necesarias.
Miriam salió se
casa y se fue corriendo hacia un parque en el que había ido siempre cuando era
pequeña... se sentó encima del columpio y empezó a balancear-se, en el parque
había mas niños pero al cabo de poco tiempo empezó a llover muy intensamente y
la gente se marchó, así que en el parque solo quedó Miriam mojada y debajo de
un árbol llorando, paró de llorar y notó que su barriga hacia ruiditos, tenia
hambre, sacó un bollo que tenia en la maleta y se lo comió... al cabo de un
rato paró de llover y oscureció... Miriam con mucho miedo se puso debajo del
árbol y empezó a llorar otra vez... luego 5 minutos mas tarde vio acercar-se
una sombra... era un hombre barbudo con ropa rota y con un sombrero de Vaquero.
Miriam le dijo
que por favor no le hiciera daño y él le dijo que no quería hacerle daño que él
era un hombre que no tenia ni casa, ni familia, ni dinero ni nada...
Miriam sacó el
último bollo que tenia en la maleta y se lo dio, entonces se sentaron juntos
bajo el árbol y el anciano le explicó a Miriam su vida... Miriam estaba
asombrada de lo que el señor le contaba
i mientras el señor iba contando que: él nunca había tenido familia porque
lo abandonaron con un año, que él nunca había tenido una casa donde vivir y que
no había podido trabajar porque no tenia estudios y con las pintas con las que
iba la gente se escapaba de él sólo al ver-lo... Miriam iba arrepintiendo-se
cada vez más i más...
El hombre cuando
acabo de contar su historia le preguntó a Miriam que a ella que le había pasado
y que hacia en la calle a esas horas de la noche y ella se lo explico...y
también le dijo que después de lo que le había contado se había arrepentido
muchísimo, el anciano le preguntó que si quería volver a casa y ella le dijo que
sí... entonces cuando se levantaron del suelo vieron una luz, era la madre de
Miriam con una linterna gritando :-¡Miriam! ¿dónde estás?- por todas partes, Miriam
fue corriendo hacia ella y le pidió perdón su madre la perdonó y luego Miriam
le presentó al anciano i le explico su historia, su madre le dijo que se podía
alojar en su casa por un tiempo... El anciano muy agradecido se fue a su casa y
se encontró allí con la abuela de Miriam que se vio que ya se conocían de ese
mismo parque al que estaban con Miriam, cuando eran pequeños, los dos ancianos
se fueron conociendo cada vez más y como la abuela de Miriam era Viuda se casó
con él y todos vivieron felices.