domingo, 12 de febrero de 2012



Había una vez una niña llamada Miriam que se peleaba continuamente con su madre, ya sea por las notas, por la gente con la que se juntaba o por lo poco que ayudaba en casa...
Miriam un día decidió marchar-se de casa para siempre, y se lo dijo a su madre... su madre pensando que no lo haría le dijo:- Ya tardas en irte... Entonces Miriam cogió una pequeña maleta y puso allí todas sus coses necesarias.
Miriam salió se casa y se fue corriendo hacia un parque en el que había ido siempre cuando era pequeña... se sentó encima del columpio y empezó a balancear-se, en el parque había mas niños pero al cabo de poco tiempo empezó a llover muy intensamente y la gente se marchó, así que en el parque solo quedó Miriam mojada y debajo de un árbol llorando, paró de llorar y notó que su barriga hacia ruiditos, tenia hambre, sacó un bollo que tenia en la maleta y se lo comió... al cabo de un rato paró de llover y oscureció... Miriam con mucho miedo se puso debajo del árbol y empezó a llorar otra vez... luego 5 minutos mas tarde vio acercar-se una sombra... era un hombre barbudo con ropa rota y con un sombrero de Vaquero.
Miriam le dijo que por favor no le hiciera daño y él le dijo que no quería hacerle daño que él era un hombre que no tenia ni casa, ni familia, ni dinero ni nada...
Miriam sacó el último bollo que tenia en la maleta y se lo dio, entonces se sentaron juntos bajo el árbol y el anciano le explicó a Miriam su vida... Miriam estaba asombrada de lo que el señor le contaba  i mientras el señor iba contando que: él nunca había tenido familia porque lo abandonaron con un año, que él nunca había tenido una casa donde vivir y que no había podido trabajar porque no tenia estudios y con las pintas con las que iba la gente se escapaba de él sólo al ver-lo... Miriam iba arrepintiendo-se cada vez más i más...
El hombre cuando acabo de contar su historia le preguntó a Miriam que a ella que le había pasado y que hacia en la calle a esas horas de la noche y ella se lo explico...y también le dijo que después de lo que le había contado se había arrepentido muchísimo, el anciano le preguntó que si quería volver a casa y ella le dijo que sí... entonces cuando se levantaron del suelo vieron una luz, era la madre de Miriam con una linterna gritando :-¡Miriam! ¿dónde estás?- por todas partes, Miriam fue corriendo hacia ella y le pidió perdón su madre la perdonó y luego Miriam le presentó al anciano i le explico su historia, su madre le dijo que se podía alojar en su casa por un tiempo... El anciano muy agradecido se fue a su casa y se encontró allí con la abuela de Miriam que se vio que ya se conocían de ese mismo parque al que estaban con Miriam, cuando eran pequeños, los dos ancianos se fueron conociendo cada vez más y como la abuela de Miriam era Viuda se casó con él y todos vivieron felices.